Desde el miércoles primero de diciembre, viajar en taxi en la Ciudad es un treinta por ciento más caro. El aumento, que ya pasó por la formalidad de la Audiencia Pública, es el tercero en lo que va del dos mil veintiuno. Por ese motivo, la bajada de bandera aumentará a pesos ciento once.
Los valores de las tarifas, ya se habían actualizado en el mes de febrero y abril de este año. Asimismo, el primer tramo consensuado, que se hizo efectivo el veintiocho de febrero, incrementó el valor de la ficha de $ 5,95 a $ 7,10, en tanto que la bajada de bandera, que representa a diez fichas, comenzó a costar pesos setenta y uno. En el mes de abril se efectivizó un nuevo aumento, por lo que los valores se elevaron a $ 8,50 la ficha y $ 85 la bajada de bandera. Finalmente, el taxi aumentó un 44% en comparación con su valor al comienzo del año. Y con el aumento que tendrá desde el miércoles, la suba, con respecto a lo que costaba en enero, será de un 86,5%, en razón de doce meses.
En tanto, si bien los valores de los viajes no habían tenido modificaciones durante 2020, consecuencia de las restricciones que el Estado nacional y el de la Ciudad decidieron por la pandemia de Covid-19, para choferes y propietarios, aumentaron los valores de mantenimiento de los vehículos y el combustible. Por ese motivo, desde el sector y de fuentes del Gobierno porteño, entienden que el aumento es una «actualización» de precios que habían quedado rezagados por la inflación fluctuante.
Por otro lado, desde el mes de diciembre, a la vez, se actualizará la tarifa nocturna, que es un veinte por ciento más cara que la diurna a partir de las veintidós y hasta las seis horas. La ficha incrementará su valor a $ 13,22 y la bajada de bandera tendrá un costo de 133,20. En cuanto al funcionamiento, las fichas caen cada 200 metros de recorrido o un minuto de espera en caso de estar el vehículo detenido.
Por otra parte, a causa del contexto inflacionario, y con la reactivación de actividades y una circulación llegando casi a los niveles de la pre-pandemia, en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, comenzaron a visibilizarse complicaciones para conseguir taxis vacíos.
En tanto que de acuerdo a cifras de la Secretaria de Tránsito porteña, en lo que va de dos mil veintiuno se renovaron 26 mil licencias de taxi, en comparación con las 38 mil de todos los años, que es el número medio histórico. Representa un 30% menos. Esto no significa que hay 26.000 taxis circulando. Sino que se estima que un 20% no trabaja por diversidad de motivos, que van desde la ausencia de chofer o desperfectos mecánicos hasta la decisión de mantener el auto parado.
Por otro lado, las entidades que agrupan choferes y peones de taxi entienden que todavía se mantiene las consecuencias del parate casi total por la pandemia. Y cuentan además la incidencia de las aplicaciones para contratar autos con chofer, como Uber, a las que entienden «competencia desleal» porque no soportan todos los gastos que implica colocar un taxi en la calle. En tanto que para José Ibarra, secretario general de la Federación de Conductores de Taxis, la situación es aún más gravosa, ya que estima que sólo existe doce mil unidades circulando por la Ciudad.
La Legislatura porteña estableció este año, hasta dos mil veinticinco inclusive, incrementar los plazos para el recambio de los coches. Esto significa que podrán trabajar coches que tengan más de diez años, el límite actual, en función de un cronograma especial de antigüedades máximas. Asimismo, en todos los casos, los vehículos deberán pasar la verificación técnica vehicular correspondiente.
Así, en dos mil veintidós, los taxis podrán tener hasta trece años de antigüedad y en 2023, hasta 14 años respectivamente. A la vez, en dos mil veinticuatro, el límite será de trece años y en dos mil veinticinco, de doce años. Para el dos mil veintiséis se restablecerá la antigüedad máxima de 10 años que propone el Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad.