La información surge de un informe efectuado acerca del arbolado urbano en esa zona confeccionado por la Universidad Popular Barrios de Pie en la Comuna 8.
Un análisis sobre el arbolado público, realizado en barrios populares del sur de la Ciudad de Buenos Aires, arrojó que hay un árbol cada 282 habitantes en esos centros habitacionales, una cifra que se encuentra muy por debajo del promedio de la presencia de ejemplares en el resto del distrito.
Asimismo, el estudio fue elaborado por la Universidad Popular Barrios de Pie en la Comuna 8 y fue difundido, en la Legislatura de la Ciudad por la diputada del Frente de Todos Laura Velasco, que afirmó que “son necesarias políticas públicas que pongan en valor nuestro arbolado y nos ubiquen a la altura del desafío que como a toda gran urbe nos impone el cambio climático”.
Por otra parte, el relevamiento se realizó dentro de Villa 20, Villa 15 Ciudad Oculta-Piedrabuena, Piletones, Tierra Amarilla y Fátima – ubicados en los barrios de Villa Soldati y Villa Lugano – donde se detectaron 195 ejemplares en una zona que alcanza una población total de 55.000 personas.
Según el informe, los resultados determinaron que “la cantidad de árboles por habitante es de 0,005, es decir, 1 árbol cada 282 habitantes” cuando, de acuerdo al último censo llevado a cabo por la Subsecretaría de Planeamiento del Gobierno porteño, en 2019, el promedio en la Ciudad de Buenos Aires es de 6,7 ejemplares por cada residente.
“Esta cifra no hace más que demostrar, una vez más, la desigualdad y el abandono que sufren quienes viven en los barrios populares de la Ciudad más rica del país, porque la falta grave de arbolado público afecta directamente su calidad de vida”, indicó Velasco.
Asimismo, del total de árboles estudiados, el 80% está en microbasurales y respecto a su estado, más de la mitad muestra cortes en sus ramas, de los cuales el 55% por encima de los tres metros de forma totalmente irregular, lo que determina que “la poda no fue hecha por profesionales”.
Por otro lado, de acuerdo a lo indicado, el arbolado urbano “es una herramienta con la que cuentan las ciudades para moderar, amortiguar y mitigar los efectos del cambio climático porque absorben el dióxido de carbono, principal causante del calentamiento global, a la vez que liberan oxígeno; filtran gases contaminantes y partículas finas”.
“Hace años que el arbolado público porteño viene siendo maltratado. Por falta de idoneidad de las empresas concesionarias encargadas del servicio de poda y tala, pero también por la ausencia de perspectiva ambiental en las obras públicas llevadas adelante por el Gobierno porteño”, comentó Velasco.
Aunque advirtió que “desde 2020 vengo presentando un proyecto para modificar la ley de arbolado, trabajado con la organización Basta de Mutilar Nuestros Árboles, que aún está en la Comisión de Ambiente esperando que haya decisión política por parte de Juntos por el Cambio para ponerlo en tratamiento”, finalizó Velasco.