Se llevó adelante la audiencia pública para modificar el Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires.
Los puntos principales del debate en la audiencia rondaron en la calidad ambiental, la capacidad constructiva y la densidad poblacional del territorio porteño.
Ciudadanas y ciudadanos, comuneras y comuneros, y diversos funcionarios del rubro de la construcción estuvieron reunidos en la audiencia pública de forma remota que intenta modificar el Código Urbanístico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los principales ejes de discusión versaron en la calidad ambiental, la capacidad constructiva y la densidad poblacional de la Ciudad de Buenos Aires.
La audiencia pública la convoca el parlamento porteño y fue transmitida en vivo por el canal de YouTube de la Legislatura Porteña, se efectuó mediante la plataforma Zoom durante dos jornadas que comprendieron los días lunes y martes pasados. Se estima la participación de aproximadamente 150 personas.
«El nuevo código incrementa la capacidad constructiva de la Ciudad sin tener en cuenta la densidad poblacional de los barrios», planteó durante la reunión Myriam Godoy, ciudadana del barrio porteño de Almagro, en el que «se siguen dando permisos de construcción a pesar de tener 32.500 habitantes por kilómetro cuadrado, faltan plazas y vacantes escolares». Además, afirmó que «en la Ciudad hay 138.000 viviendas ociosas, muchas de ellas suntuosas y, al mismo tiempo, uno de cada siete porteños vive en villas miseria. Debería darnos vergüenza».
«No avancemos en aplicar normativas cuyas consecuencias no son conocidas porque no han sido todavía evaluadas», afirmó Marta Stolkiner, dueña de un estudio de arquitectura y ciudadana del barrio porteño de San Telmo, para quien las modificaciones al Código Urbanístico deberían «anularse hasta tanto no se actualice el Plan Urbano Ambiental».
En tanto, Patricia Duró, vecina de la Comuna Nº 15, se mostró en desacuerdo con la habilitación que permitirá el nuevo Código Urbanistico a los efectos de «utilizar el pulmón central de manzana como estacionamiento subterráneo, cuando el suelo absorbente ya es insuficiente en la Ciudad, lo que resulta en inundaciones».
Después de dos extensas jornadas de audiencia, muchos ciudadanas y ciudadanos coincidieron en peticionar que, en lo sucesivo, las audiencias públicas sean vinculantes, «y no solo enunciativas», con el objetivo de que la opinión de los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires «no caiga en saco roto», tal como manifestó Ana García Mac Dougall, ciudadana del barrio porteño de Palermo.
El debate contó con la conducción de la presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano, la legisladora Victoria Roldán Méndez, perteneciente al bloque oficialista Vamos Juntos.
A través de una videoconferencia, estuvieron presentes también funcionarios del oficialismo porteño, como Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano, el que soslayó que las modificaciones al Código Urbanístico fueron «impulsadas por la Jefatura de Gobierno y consensuadas con instituciones representativas de los profesionales de la arquitectura, el urbanismo y la ingeniería civil».