«Es una prioridad para nuestro gobierno hacerle frente al delito. Los delincuentes tienen que estar presos», indicó el jefe de gobierno porteño, Rodríguez Larreta.
Asimismo, a raíz de una investigación llevada a cabo por la fiscalía especializada en estupefacientes, en colaboración con la Policía de la Ciudad, se pudo desbaratar un punto de venta que operaba en el barrio 21-24. Ese sitio, en el que se comercializaba paco, cocaína y marihuana, hoy se transformó en un Centro de Atención Comunitaria.
Por otra parte, el anuncio lo hizo Horacio Rodríguez Larreta, quien se encontró acompañado por la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro, el fiscal General de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, la jueza Natalia Molina; y el Presidente del Instituto de la Vivienda, Gabriel Mraida.
“Dijimos desde el primer día que no queremos droga en la Ciudad. Vamos a pelear siempre contra los narcotraficantes. Es una prioridad para nuestro gobierno hacerle frente al delito. Los delincuentes tienen que estar presos», afirmó el Jefe de Gobierno de la Ciudad.
A la vez, en 2018, la Ciudad llevó a cabo un operativo de seguridad en el barrio 21-24. La causa dio respuesta a un reclamo del Hogar de Cristo de poder disponer de un espacio en la zona de Zavaleta para poder llevar adelante sus actividades. El pasado 21 de septiembre abrió sus puertas un nuevo lugar para la población más vulnerable.
“Esta es la foto que todos queremos. La del Estado devolviéndole a la gente lo que alguna vez fue arrebatado por el narcotráfico”, comentó Juan Bautista Mahiques, fiscal General de la Ciudad.
«Este es el resultado del trabajo en equipo de mucha gente, no sólo del trabajo de la Justicia sino de la Fiscalía, el Poder Judicial, el IVC que trabajamos mucho más de un año en mesas de diálogo para lograr hoy la entrega de este lugar”, determinó la jueza Natalia Molina.
Paralelamente, el Juzgado a cargo de la doctora Molina, decidió hacer lugar al pedido del padre Lorenzo Toto De Vedia y decidió otorgar el inmueble cediendo un permiso de uso gratuito y solicitó al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) el reacondicionamiento de la propiedad con nueva cartelería y equipamiento.
Por otra parte, el equipo del padre De Vedia y los Hogares de Cristo pusieron a funcionar en el espacio un centro de atención para trabajar con niños y niñas, y también para ayudar a personas en situación de consumo, en su rehabilitación, en su reincorporación a la sociedad, y en la prevención de esta problemática que es el consumo de sustancias.
Al mismo tiempo, la Policía de la Ciudad ya cerró 58 búnkers de venta de droga en zonas vulnerables (Zavaleta, Barrio 31, Mugica, Bermejo, 21-24 y Barrio 15) desde 2020. Hoy participan de los operativos el Departamento de Protección Barrial y la División Investigación Antidrogas.
Asimismo, Marcelo D’Alessandro comentó: «Cuando nosotros tomamos la presencia aquí en el barrio Zavaleta, cuando se hizo la desfederalización de la ley de Drogas, se investigó y se atacó al narco con una política concreta de la Fiscalía General. Acá recuperamos el espacio y se lo damos a los vecinos.»
Los trabajos en el barrio 21-24
En el barrio 21-24, el Gobierno de la Ciudad está ejecutando un programa de acciones conjuntas con ACUMAR (ente interjurisdiccional que articula las políticas públicas entre la Nación, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires) para saldar una deuda histórica con los vecinos y vecinas que viven al lado del Riachuelo.
«Trabajando cerca de los vecinos del barrio 21-24 con la presencia diaria del Instituto del a Vivienda, logramos transformar un lugar de delito en uno de esperanza, donde abrimos un espacio comunitario para el barrio junto al Hogar de Cristo. Esto es un símbolo de la integración: la desidia y la inseguridad le dan paso a la presencia y las oportunidades de salir adelante». informó la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore.
El programa se apoya sobre la liberación del Camino de Sirga, a partir de la construcción de nuevas viviendas, la relocalización de las familias y la demolición de las antiguas casas que se encuentran en el lugar.
Por otra parte, abarca obras de mejoramiento de viviendas y acceso a los servicios formales.
Hasta hoy día, el Instituto de Vivienda de la Ciudad construyó un total de 1.033 unidades, donde ya fueron relocalizadas más de 1.000 familias en Ribera Iguazú, Valparaíso, Osvaldo Cruz, Mundo Grúa, Alvarado y Orma.
Para seguir con el proceso de relocalización de familias y continuar liberando el Camino de Sirga, el IVC suscribió durante septiembre un convenio con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, para la construcción de 375 nuevas viviendas.
A la vez, se prosigue su trabajo en el barrio para la consolidación de las viviendas frentistas al Camino Ribereño, y los mejoramientos de hogares de las áreas que no se han visto afectados con la demolición.
Asimismo, estos mejoramientos desean habilitar las aperturas de pasajes que permitan llevar adelante obras de infraestructura para que los vecinos y vecinas puedan acceder a los servicios públicos.
Paralelamente, el IVC está efectuando obras de infraestructura para abastecer de agua potable a los vecinos del barrio, llevadas a cabo dentro del convenio suscripto con AySA para la extensión de la red distribuidora urbana de agua, colocación de hidrantes completos a resorte a lo largo de la red, la instalación de las conexiones de agua domiciliarias y en las entradas a pasajes y pasillos se instalarán los accesorios necesarios para las conexiones existentes.