El Vivero agregó setenta mil flores a los parques y plazas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se encuentra ubicado en el barrio porteño de Parque Avellaneda y recientemente cumplió ciento cuatro años. Estima producir para el próximo año alrededor de cien mil florales de variadas especies. A su vez, avanza en la producción de árboles y arbustivas con el objeto de embellecer el paisaje urbano de la Capital Federal.
El Vivero es un espacio del reino vegetal en medio de la urbe. Desde ese lugar, ingenieros agrónomos, floricultores, arboricultores producen de manera continua la vida de la vegetación para después plantarlas en plazas y parques y de esta forma adornar el paisaje urbano. Durante el dos mil veinte uno el vivero entregó setenta mil flores a las Comunas con la idea de que los jardineros continúen su labor en los cuarenta y ocho barrios de la C.A.B.A.
“El espacio público es lo que más habla de sus ciudadanos y de sus gobernantes también. Que la Ciudad esté linda y bien cuidada, que se haga el mantenimiento necesario de todas las plantas y flores que hay en las calles, en las plazas y parques es fundamental, sobre todo ahora que cada vez pasamos más tiempo al aire libre. Y además, detrás, está la parte que no se ve: el trabajo de muchísimas personas que, con dedicación, hacen que la rueda gire y la Ciudad se vea como se ve” indicó el jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel.
La producción de las plantas se lleva a cabo de dos maneras, desde la germinación de semillas que son sembradas en tierra y el plantado de esquejes, que son pequeños tallos o gajos que se obtienen de las plantas madres. Los gajos se colocan en un cajón con perlitas: un material inerte volcánico que mantiene la humedad para que el menor tallo pueda generar raíces y transformarse en una planta. Una vez con raíces la planta inicia un proceso de traspaso de recipientes que crece su tamaño de acuerdo la planta vaya aumentando de volumen.
“Trabajamos todos los días para generar y mantener espacios verdes de calidad, producimos y cuidamos la belleza paisajística para que nuestros vecinos puedan disfrutarla”, sostuvo Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, repartición de la cual depende el vivero. “Detrás de nuestras plazas y parques hay un gran equipo integrado por nuestros profesionales del vivero, el personal de las 15 comunas, jardineros, guardaparques; todos trabajan en la producción cuidado y concientización de los vecinos para poner el valor el patrimonio público”, continuó.
Los floricultores afirman que dentro de la producción intentan generar colores para los jardineros que, de igual manera que un pintor frente a un lienzo, trazan líneas y crean formas en los parques con flores. En la gama de colores más vivaces se encuentran los amarillos, ahí figuran los “copetes de estación” o las “calendulas” en el invierno. “Las alegrías del hogar” poseen colores variados y se utilizan para hacer bordados. En la gama de los lilas tenemos las “lobelias”, “los agapantus” que cuando dan flor son muy atractivos y pararalelamente tienen margaritas de varios colores.
“Trabajo acá hace 30 años, empecé muy joven cuando era estudiante en la facultad, y la verdad que esto para mi es el paraíso”, dice la ingeniera agrónoma Adriana Crisci, unas de las profesionales que controla el sector de floricultura. “Yo las veo (a las flores) desde semilla o desde esqueje, hasta que empiezan a sacar sus primeras hojas y luego florecen, entonces cuando voy al parque y las miro siento que son como hijas mías”, ahonda Adriana.
Además de las flores, en el vivero a su vez cultiva plantas con follajes llamativos con múltiples colores, tales como la “tradescantia” que va del violeta al morado, si se pone junto a la “cineraria” que es de color plateado se obtiene un efecto contrastante muy hermoso señalan los especialistas. Otra de las plantas con follaje decorativo es la lavanda que también tiene perfume y un color lila muy lindo. Además se cultivan los lazos de amor, de color verde, y los combinados verde y amarillo.
“Nuestro Vivero cumple una función destacada en la producción de plantas, flores y árboles. El personal realizó un gran trabajo durante la pandemia para poder entregar esta producción dado que la labor acá es intensiva y manual”, afirmó Florencia Valía, Directora general de Espacios Verdes y Arbolado. “Además de las 70 mil flores, tenemos en producción unas 18 mil plantas entre arbóreas y arbustivas, sólo en los últimos 3 meses se re envasaron 10 mil arbóreas y arbustivas”, agregó.
Los árboles aún ocupan un lugar preponderante, en tal sentido, los ejemplares tienen un período de aumento más extenso, por eso algunos podrían convivir aquí hasta cinco años. “La producción de árboles comienza acá en estas vidrieras en dónde sembramos las semillas, este dispositivo permite mantener la temperatura y humedad para que crezcan de manera adecuada”, expresó Sebastián Dieguez, ingeniero agrónomo que cumple funciones en el equipo de arbolado de la Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado de la Ciudad.
“En lo que es producción de árboles para veredas tenemos varias especies, principalmente Jacarandá, Lapachos, Crespón y Acer que están recomendados para la Ciudad, por su tamaño, crecimiento y belleza paisajística” finalizó Dieguez. Asimismo a modo experimental se ha iniciado la producción de especies nativas como la bauhinia y la anacahuita para ver cómo se desarrollan y adaptan en diferentes espacios ya sea en veredas como en parques.