Se estimaba que iba a estar finalizado para finales de año, pero hasta el momento ni siquiera posee un presupuesto asignado. Autoridades de la Universidad de Buenos Aires, confirmaron que «el proyecto está en stand by».
El Ejecutivo nacional estableció en el año 2016 que el prestigioso Hospital de Clínicas “José de San Martín”, tendría un moderno edificio, más nuevo e igualitario, que se iba a construir exactamente detrás de su actual ubicación. En tal sentido, el entonces ministro de Educación y Deportes, Don Esteban Bullrich, y representando a la Universidad de Buenos Aires (UBA), su rector, Alberto Barbieri, suscribieron un convenio y establecieron que el traspaso se llevaría a cabo a finales del año 2019. De todas formas, hasta la fecha no existe presupuesto asignado para la obra edilicia, como así tampoco no existió un llamado a licitación para desarrollarla y ponerla en funcionamiento.
Miembros de la Universidad de Buenos Aires, manifestaron a la prensa local que «el proyecto está en stand by» y que por parte de ellos ya hicieron todo lo prometido. «Se hizo el relevamiento, sector por sector, de las necesidades del hospital y se presentó un anteproyecto para el nuevo inmueble», contaron. El ministerio, por su parte, tenía que ocuparse del tema, específicamente del financiamiento del pliego para el moderno hospital universitario de mediana y alta complejidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Integrantes del ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología Nacional, dirigido por Alejandro Finocchiaro, explicaron: «Hoy, la iniciativa no forma parte de la agenda de este período del Gobierno ni cuenta con reflejo presupuestario».
Sin financiamiento económico, no existen indicios de una obra edilicia que pretendía innovar el popular Hospital de Clínicas, uno de los más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires, quien se destaca por el cuerpo médica de alta competencia académica, como así también por sus avances en la educación. De esta forma, a la idea inicial, dentro de las modernas instalaciones funcionaría el hospital como tal. Los pisos altos se destinarían a las salas de internación, mientras que el resto del predio se destinarían a diferentes servicios entre los que se encontrarían: diagnóstico, tratamiento y quirófanos.
El proyecto pionera establecía que el nuevo inmueble se acondicionara a las normas internacionales de salud, en tal sentido, debería poseer moderna tecnología de avanzada complejidad y la parte edilicia debía estar conformada de manera sustentable, urbano arquitectónica, con ingreso de luz natural y paneles fotovoltaicos que generen de forma independiente el suministro eléctrico, entre otros requisitos.