Apicultores realizaron un “Abejazo” en las inmediaciones del Congreso Nacional con el objeto de denunciar el “uso intensivo de agrotóxicos”.
Durante la mañana de hoy, la Sociedad Argentina de Apicultores lleva adelante reclamos por el derecho a alimentos sanos y seguros. “No más muerte de abejas, exijamos cultivos y alimentos sin agrotóxicos”.
A pocos días de realizarse la protesta mundial por el cambio climático, la Sociedad Argentina de Apicultores que impulsa manifestaciones en todo el territorio Nacional para denunciar que “en Argentina” a las abejas “se las mata como efecto colateral de la agroindustria”.
La protesta se inició en Plaza Constitución -Lima al 1500- y de allí se dirigieron al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el SENASA, la Casa de la Provincia de Río Negro que concluyó la concentración a las doce horas en las inmediaciones del Parlamento Nacional donde se repartió miel y material de difusión.
Mediante un comunicado, explicaron: “Con el objetivo de visibilizar la importancia de la actividad apícola y la frágil situación que atraviesan los polinizadores como consecuencia del desarrollo del modelo agroindustrial basado en el monocultivo transgénico y el uso intensivo de agroquímicos que genera pérdida de la biodiversidad y muerte”.
“Los polinizadores, en especial las abejas, son responsables de 7 de cada 10 alimentos que ingerimos diariamente. Su función resulta esencial para producir frutas, verduras y carne. Las abejas contribuyen a la diversidad biológica, a multiplicar la vida en el Tierra. Las abejas mientras polinizan producen en sus colmenas, en forma natural, mieles diversas, polen, cera, propóleos y a partir de ello creamos un sinnúmero de subproductos para alimentarnos, cuidarnos y prevenir enfermedades. La apicultura produce alimentos y bienestar a los ambientes sin generan ningún tipo de contaminación”, continuaron.
“En Argentina se las mata como efecto colateral de la agroindustria. La Agencia Sanitaria aprueba insecticidas altamente tóxicos para las abejas y para las personas. Y herbicidas, que eliminan toda hierba y toda flor que es la base de la alimentación de nuestras abejas”, ahondaron.
En ese mismo sentido, alertaron que “Eso se llama ecocidio, los agroquímicos determinan la muerte de las abejas y envenenan el agua, la tierra y los alimentos que consumimos. No a los alimentos genéticamente modificados. No a los 550 millones de kilos de agroquímicos por año volcados a nuestra tierra para producirlos”.