“El proyecto presentado por el ejecutivo porteño es un proyecto que establece en primer lugar la venta definitiva del premio de Costa Salguero y además habilita una nueva norma urbanística para poder construir un conjunto de edificios suntuosos sobre el borde costero, edificios que van a tener entre veinte y treinta metros de altura que van a constituir una muralla de cemento entre la Ciudad y el río, contó María Eva KOUTSOVITIS, coordinadora de la cátedra de ingeniería comunitaria de la Universidad de Buenos Aires”.
“Este proyecto es un proyecto que es un poco la síntesis del modelo urbano que hace más de trece años nos propone la gestión de Macri primero, y de Larreta después. Este modelo urbano que durante estos trece años ha privatizado y ha vendido el patrimonio común, nuestras tierras públicas, más de quinientas hectáreas de tierras públicas vendidas y privatizadas, en esta, mas de una década, ha vendido y ha privatizado cinto cincuenta hectáreas de superficie verde absorbente, nos ha despojado junto a la ciudadanía porteña de nuestro patrimonio común, de nuestros bienes comunes y como consecuencia de ese despojo se ha precarizado todas las dimensiones de la vida urbana, y hoy, la Ciudad de Buenos Aires, la Ciudad más rica de nuestro país, una ciudad con presupuesto europeo, una ciudad que tiene un presupuesto per cápita, equivalente a ciudades como Roma o Madrid se encuentra en emergencia ambienta, climática, habitacional y sanitaria. Este proyecto es la síntesis, por qué es la síntesis, porque es un contrasentido social, ambiental y además urbano. Este proyecto nos propone cementar parte de la costanera para construir edificios suntuosos que van a estar destinados solo al cinco por ciento de la población que tiene mayores recursos, es decir, suntuosos desarrollos inmobiliarios para que los sectores de mayores ingresos puedan contemplar el rio. Mientras tanto, el resto de la Ciudad va a quedar de espaldas al rio sin derecho al horizonte. Este proyecto, además, constituye un contrasentido ambiental, la Ciudad de Buenos Aires es una de las ciudades del mundo con menos superficie verde por habitante y enfrenta dos amenazas de origen natural, las inundaciones y las olas de calor, por eso es fundamental, recuperar la totalidad del borde costero para poder mitigar inundaciones, poder regular la temperatura, para poder mitigar olas de calor, para poder afrontar eventuales ascensos del nivel del rio, mientras el resto de las ciudades del mundo vienen planteando paradigmas urbanos compatibles con los ecosistemas urbanos y entonces vienen planteando recuperar sus arroyos, plantean recuperar los bordes costeros, construir biocorredores, desarrollar infraestructura desde la sostenibilidad, que pueda armonizar con nuestros ecosistemas aquí en la Ciudad de Buenos Aires, a contramano del mundo, cementamos el borde costero y además lo vendemos definitivamente”, expresó la ingeniera en diálogo con Roberto VILLALOBOS ATLAS y Cintia NEVES.
“Esta obra por otra parte, involucra además una cantidad de fondos públicos en obras de infraestructura, es decir, el Gobierno porteño, tiene en agenda una mega obra de infraestructura que es el colector cloacal norte, que es una obra que se va a desarrollar desde Vicente López a Dock Sud y que va a garantizarle servicios sanitarios a estos emprendimientos inmobiliarios que van a estar ocupando las tierras públicas vendidas, estamos hablando de una obra que va a costar, aproximadamente ciento sesenta millones de dólares, es decir, decenas de miles de millones de pesos de fondos públicos que el conjunto de la ciudadanía va a tener que aportar para garantizarle servicios a estos desarrollos inmobiliarios suntuosos, mientras tanto en la Ciudad de Buenos Aires, uno de cada siete porteños y porteñas, no acceden formalmente al agua potable en las villas, asentamientos y barrios populares de la Ciudad por eso es que este proyecto consolida la desigualdad en el acceso a los servicios”, indicó en la producción de radio Reporte Urbano.
“El informe que presento la Asociación Nacional de Aviación Civil es sumamente claro, el informe plantea que ocupar estos predios implica en primer lugar un riesgo elevado, ya que, se encuentra en una zona que tiene que estar libre o con una baja densidad poblacional porque es la zona de influencia de las áreas que corresponden a las pistas de aterrizaje y por otro lado, también este informe plantea que esta zona, es una zona en donde los impactos sonoros de las aeronaves son relevantes, por lo tanto, el informe no autoriza estos emprendimientos inmobiliarios por considerarlos en primer lugar riesgosos, y en segundo lugar, impactos auditivos que las aeronaves podrían provocar. Por lo tanto, en ese punto, el informe es muy contundente”, explicó en el programa declarado de interés para la comunicación social de la CABA por la Legislatura Porteña.
“Desde la cátedra de ingeniería comunitaria y también desde el Frente del Salvador Herrera de la CTA nos hemos integrado a un colectivo ciudadano que es la coordinadora la Ciudad somos quienes la habitamos, este colectivo nuclea a más de ciento veinte organizaciones, sociales, sindicales, asambleas urbanas, espacios universitarios, desde este colectivo hemos impulsado diferentes acciones en rechazo al proyecto presentado por el ejecutivo porteño. Desde multitudinarias bicicleteadas a Costa Salguero hasta diferentes instalaciones en los parques públicos para poder visibilizar la importancia de recuperar el borde costero, el rio y la costanera”, concluyó.
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