Autoridades educativas, profesores y y alumnos convocaron a un “semaforazo” con el objetivo de denunciar la epidemia de ratas que padece el edificio, vecino al Parque Rivadavia en el barrio porteño de Caballito. La presencia de roedores se duplicó por las obras de apertura de la calle Beauchef, y ambas instituciones llevan más de dos semanas sin dictar clases.
“Señora Acuña, ¿usted mandaría a sus hijos a una escuela con ratas?”, decía una de las tantos carteles desplegados en el atardecer del día miércoles en el “semoaforazo” organizado por la comunidad educativa de los colegios Normal 4 y Liceo 2, que desde el mes de mayo refieren tener la presencia de ratas en sus aulas, y ya llevan más de dos semanas sin dictar clases. La epidemia de roedores se duplicó en el marco de las obras en el Parque Rivadavia por la inauguración de la calle Beauchef, hecho contra el que también luchará el Normal 4.
Docentes y alumnos llamaron a un “semaforazo” a los efectos de denunciar la epidemia de ratas que soportan las instalaciones del edificio, cercano al Parque Rivadavia, a partir del 22 de mayo pasado. En la tradicional esquina porteña de Acoyte y Rivadavia, la vecinos caballitenses exigieron la completa desratización del establecimiento educativo y una limpieza diaria que garantice tanto a alumnos y docentes de la institución educativa cursar en condiciones humanas.
“Que hoy las escuelas estén así es consecuencia del corrimiento del Estado como garante del derecho a la educación”, contó a la prensa Rocío Barreto, alumna del Normal 4, donde las últimas dos semanas tuvo varias jornadas con suspensión de clases y otras tantas con cese total de actividades por la invasión de ratas.
“La invasión de ratas se detectó el 22 de mayo pero se intensificó el 13 de junio, cuando la presencia de excrementos de roedores sobre pisos y pupitres comenzó a ser parte del paisaje del establecimiento. Desde entonces se intensificaron también la organización y el reclamo”, contó Gabriela Vivar, profesora y delegada del gremio docente UTE.
“Gracias a esa lucha, conseguimos que este lunes 24 vengan dos especialistas del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, una bióloga y una veterinaria, a revisar las condiciones de la escuela. Encontraron restos de excrementos de rata e hicieron una serie de recomendaciones, entre ellas el sellado de ventanas y de agujeros en los suelos y la colocación de mosquiteros en las rejillas”, explicó Rocío Barreto, delegada del Centro de Estudiantes del terciario del Normal 4 y Consejera estudiantil. “Las especialistas nos dijeron que es importante que la limpieza sea sostenida en el tiempo”, adicionó Barreto.
El inconveniente, según explicaciones de la delegada del centro de estudiantes, es que el establecimiento educativo cuenta tan solo con 6 auxiliares para el turno mañana y 4 para el turno tarde, cuando la cantidad adecuada de auxiliares, según los especialistas consultados, es de 4 por piso. “Este es un pedido histórico que venimos haciendo”, dijo Barreto. “Sabemos que la desratización es un proceso largo y que no podemos estar un mes sin clases. Por eso le exigimos al Gobierno que garantice la limpieza efectiva de la institución, que aumente el número de auxiliares y que envíe más seguido a la cuadrilla de limpieza. Es increíble que tengan una única cuadrilla de 20 personas para toda la ciudad”, lamentó.
La problemática del Normal 4 y el Liceo 2 no son los únicos en territorio porteño. Existen otros tres establecimientos con presencia exacerbada de ratas y otros nueve que tuvieron que no dictar clases o están en condiciones de no hacerlo por problemas de gas, faltante de agua, suministro eléctrico, filtraciones, inundaciones, infestación de palomas y escape de monóxido de carbono, tal como se originó días pasados en el establecimiento Lenguas Vivas, o por desborde cloacal, como sucedió en la escuela Julio Roca.