Vecinas y vecinos del barrio porteño de la comuna número seis, manifiestan que la obra abandonada de la avenida Honorio Pueyrredón permanece con mucha suciedad, ratas y olor a podrido.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quería construir un “Parque lineal” sobre las aceras de la avenida Honorio Pueyrredón en Caballito. En dos oportunidades la Justicia paralizó la construcción de la obra. La semana anterior se realizó otra protesta a efectos de visibilizar la problemática. Expresan que el ejecutivo de la C.A.B.A. abandonó el lugar para castigar a los ciudadana.
El veintinueve de abril pasado, la Justicia local ratificó la sentencia que paralizó la obra sobre la avenida Honorio Pueyrredón, al entender que no se cumplió con el protocolo determinado para que proceda este tipo de iniciativa vial que, antes de cualquier situación, estima la participación ciudadana en una audiencia pública y la sanción de una normativa. De esta forma, lo ordenado y signado por la Sala tres de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo; dio lugar a un amparo colectivo propiciado por organizaciones sociales con el fin de paralizar las obras sobre esa avenida en la comuna seis Caballito.
De este modo, vecinas y vecinos de la comuna, organizaron un semaforazo en Rivadavia y Acoyte con el objetivo de viralizar la grave situación de abandono que padece el lugar de la avenida Honorio Pueyrredón, entre Franklin y el Pasaje Ampere en la zona; y para seguir recolectando firmas (a las más de 5000 que ya poseen) con el objetivo de paralizar de forma definitiva la iniciativa del gobierno de la Ciudad. “Larreta confunde la suspensión de la obra con abandonar el lugar que hoy se encuentra lleno de mugre, olores nauseabundos, y roedores de todos los tamaños. Y justo en este tramo donde está cortado se ubica el Pasaje Ampere, que ahora está todo oscuro y se convirtió en un lugar muy inseguro”, expresó a la prensa local Adrián Hernández, ciudadano de Caballito y miembro de la organización Encuentro en Defensa del Espacio Público.
“Larreta nos castiga dejándonos esta obra inútil abandonada para jorobarnos la vida”, sostiene Laura en la esquina de Acoyte y Rivadavia, mientras otros ciudadanos y ciudadanas muestran sus carteles en repudio al autodenominado Parque Lineal de la avenida Honorio Pueyrredón. Ella vive en el barrio hace más de cuarenta y cinco años, heredó la casa de sus progenitores y afirma que “jamás sufrí tanto a este barrio como en los últimos años. Soy una de las tantas que votó a Larreta y antes a Macri, pero no cuenten más conmigo, se acabó”.
Dentro de la iniciativa de la construcción del “Parque lineal”, el Gobierno porteño determinó que, mientras avanzaba la obra sobre la avenida Honorio Pueyrredón, debería existir un carril abierto. En el mismo momento en que la Justicia de la Ciudad resolvió a favor del amparo para paralizar la obra, alguna persona dio instrucciones de romper todo el carril que estaba liberado, situación que provocó la clausura de esa calle lindera con el Pasaje Ampere: “a partir de ese momento esa zona se convirtió en una boca de lobo. Muchos vecinos y vecinas sufrieron robos, algunos hicieron la denuncia pero la gran mayoría tomó la decisión de no hacerla, así que no tenemos una estadística cierta de los hurtos y hechos delictivos que hubo en la zona”, adicionó Hernández.
En el último proveído, el Tribunal de la Cámara afirmó que “no es función del tribunal valorar el mérito de la obra, pero sí enfatizar que en el marco normativo vigente la creación de calles de convivencia requiere de una ley que establezca tal carácter”; de esta forma la Justicia le sacó la potestad de ejecución de la obra al Gobierno de la Ciudad, que salteó todas las instancias judiciales para llevar adelante esta construcción. “La claridad de la norma que exige que la creación de las calles de convivencia sea hecha por ley resulta un obstáculo insalvable. El Gobierno de la Ciudad no logra explicar por qué motivo no debería aplicarse la normativa específica a esa vía, ni cuáles serían sus características que la excluiría del régimen legal”, resume la sentencia.
“Muchos desconocen lo que pasa a pocos metros de esta esquina y los inconvenientes que trajo y seguirá trayendo esta obra. El Gobierno porteño hace lo imposible para que nada de esto salga a la luz”, dijo a la prensa local Gustavo Torchinsky, miembro de S.O.S Caballito. “El Gobierno porteño no cumplió nada del primer fallo que, al suspender la obra, también le ordena mantener limpio el lugar, iluminado y que resguarde la seguridad de todos. Después de todos los robos y hechos de inseguridad que hubo en la zona, ya la gente ni camina por acá. Realmente parece una cuadra abandonada”, siguió Torchinsky.
Stella Johnson, miembro del Consejo Consultivo Comunal seis, indicó a los medios que el Gobierno de la Ciudad está utilizando la sentencia judicial en contra de los ciudadanos que solicitaron el amparo. “No ingenuamente, el Gobierno de la Ciudad no hace nada por paliar las consecuencias negativas que esta situación está provocando a los vecinos de Honorio Pueyrredón. Es más, estamos convencidos que lo hace a propósito. Es decir, el Gobierno abandonó la zona después de los fallos judiciales para que los propios vecinos pidan que continúen las obras. Una especie de extorsión y castigo al mismo tiempo para quienes protestan. Hace pocos días algunos estaban pidiendo que retomaran las obras porque esa cuadra abandonada trae muchos dolores de cabeza a quienes viven allí”, concluyeron.