La Cooperativa de Reciclaje “Unión y Trabajo”, se encuentra ubicada en La Carbonilla, perteneciente a la Comuna Quince, en el barrio porteño de La Paternal. Esta entidad se encarga de separar elementos de plástico para posteriormente transformarlos en otros objetos.
“La cooperativa tiene un año, cuando quince mujeres comenzaron recuperando los orgánicos del barrio La Carbonilla, luego se organizaron para hacer compost y mejorar las condiciones de los residuos. Después incluyeron la recuperación de plástico y se sumaron treinta recuperadores que recorren los barrios de La Paternal y Chacarita recolectando todo tipo de plásticos. En mi caso trabajo hace doce años en distintos proyectos y me sumé al de La Carbonilla cuando decidieron compostar en el barrio. Desde ese día, estoy activo para mejorar las condiciones de trabajo”, expresó Matías Viccenzo Fornero Vardé, miembro de la Cooperativa de Reciclaje “Unión y Trabajo”.
“El viernes 12 de noviembre pasado nos dieron el visto bueno desde el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). La cooperativa quedó constituida por Mirta Beatriz Tornello como presidenta, Vicente Soderquvist como responsable operativo y Magui Cruz, Karina Lorena Tornello, Soledad Diana Tornello como integrantes fundadores”, explicó el referente a la prensa local.
“Somos 35 trabajadores: dos que están en orgánicos, cuatro en gestión y treinta en recuperación de plásticos. Una vez que tengamos el galpón duplicaremos trabajadores y volúmenes de acopio. Siempre buscamos los elementos reciclables en los domicilios, pero en esta primera etapa los recuperadores recolectan el consumo interno del barrio La Carbonilla y del polo fabril de La Paternal, Chacarita y Villa Crespo, donde abundan plásticos. Eso les reditúa en una tonelada de plásticos por semana con una ganancia de $30 promedio por kilo, es el techo que tienen en este momento, por eso estamos presentando propuestas de inversión y subsidios para aumentar el trabajo, el espacio, las ganancias y sobre todo, el plástico recuperado”, dijo.
“Estamos pidiendo un galpón para poder acopiar más y con mayor volumen. Así tendríamos precios diferenciados con un mínimo de $58 el kilo contra $40 separando PET (polietileno tereftalato, comúnmente utilizado en envases y botellas de gaseosa, agua y aceite), de HDPE (polietileno de alta densidad, plástico opaco y duro, liviano pero resistente, se utiliza en botellas de elementos de limpieza, botellas de champú, botellas de jugos de frutas, tapas para envases de alimentos, bidones, contenedores) de PP (polipropileno, es uno de los plásticos más versátiles que existe. Al ser termoplástico este tipo de material se puede moldear fácilmente aplicándole calor a la materia para conseguir la forma que se desea).
Cada plástico tiene su precio, por ejemplo el PVC flexible limpio está $70 el kilo y es un material muy presente que pocos reciclan. Nuestro objetivo es conseguirle novia al más feo, pero al mismo tiempo al más necesario de recuperar por los volúmenes, es el caso del Doy Pack o envase categoría 7, que son los de limpieza, y el 90% terminan enterrados”, subrayó.
“Todos los plásticos, no sería coherente ni profesional de nuestra parte discriminar alguno. No nos metemos con el cartón, ni con clientes de otras cooperativas. Se recupera solo el 23% del plástico consumido en la Ciudad de Buenos Aires, hay mucho espacio para trabajar y potenciar. Si aparece un cliente cerca de alguna de las cooperativas estén seguros que a ellos los vamos a llamar, principalmente porque tenemos una política de KM0, que consiste en recuperar lo más posible en nuestro entorno y no cansar a los recuperadores con trayectos largos, si tengo el galpón en Chacarita no voy a ir a buscar a Once, Balvanera o Núñez, lo remitimos a la cooperativa más cercana. La idea es trabajar unidos”, sostuvo.
“Están mejorando, al igual que desde Nación dan sus primeros pasos firmes. Hay mucho por mejorar, esto es solo el comienzo, nunca antes tuvimos un Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible como Juan Cabandié, tampoco una Clara Muzzio (Ministra de Espacio Público e Higiene Urbana porteña), hacen sus primeros aportes y eso es bueno, hay que apoyar y también criticar, sin crítica se ponen cómodos y no prosperamos”, aseguró.
“Crecer, ser la cooperativa referente de plásticos en la Ciudad de Buenos Aires y poder procesar y diferenciar todo lo que se recupera. Tenemos un futuro con mucho trabajo en capacitación, las estadísticas que manejan algunos es falsa, se lee en algunos medios que el 60% de los argentinos separa y cuando ves como separan te das cuenta que no separan, solo meten todo en una bolsa y muchas veces termina contaminado. Nuestro foco está en enseñar a los consumidores a insertarse de manera correcta al sistema de reciclado y tenemos un plan para ello. La idea es armar un club, con socios, donde tengan benéficos por separar, por ejemplo: vamos a pagarles sus residuos, se los pasamos a buscar y los integramos como socios de la cooperativa, creemos que si le damos valor al material muchos más van a querer reciclar. ¿Tenés residuos plásticos? No los tires, vas a poder venderlos y ayudar al medio ambiente y la cooperativa para que recupere más plásticos. Argentina recupera solo el 9% de todos sus residuos. La Ciudad recupera solo el 23% de sus plásticos. Mi número da que sólo el 25% de los vecinos separa de manera correcta depositando en los Puntos Verdes y campanas verdes, pero no siempre esos elementos llegan en condiciones”, concluyó.