Bajo el lema «Con esta Corte no hay Justicia ni Democracia», miles de ciudadanos marcharon al palacio de justicia, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Durante la protesta por una reforma judicial se dio a conocer un importante comunicado que apuntó directamente a al Máximo Tribunal de Justicia. Reclaman «una Corte subordinada al control soberano del pueblo. Que este #1F no se agote mañana».
El primero de febrero se llevo a cabo una manifestación para exigir una reforma judicial con grandes críticas a la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina. El documento que se dio a conocer durante la marcha del 1F arrojó como saldo durísimas consignas contra la Justicia, entre las que se destacan: «la Corte se tiene que ir». La movilización tuvo lugar frente a los tribunales de la Capital Federal, sito en la calle Talcahuano 550 del centro de la Ciudad de Buenos Aires donde trabajan los cuatro miembros del máximo tribunal.
«Con esta Corte no hay Justicia ni Democracia», sostiene el documento. Es la primera marcha con un gran caudal de asistentes contra esta Corte Suprema de Justicia. Se hicieron presentes jueces, fiscales, trabajadores judiciales, sindicalistas, intelectuales, periodistas, artistas, referentes sociales, organismos de Derechos Humanos y también algunos funcionarios nacionales. «Es una Corte sin legitimidad», fue una de las frases más polémicas del comunicado que firma «La Multisectorial #1F». Y apunta directamente contra los magistrados Horacio Rosatti, Carlos Rozenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
Se enumera en el presente los casos en los que la Corte de Justicia mostró importantes niveles de impunidad. El Judicial hoy es el Poder que menos propicia confianza entre los ciudadanos argentinos, según diferentes encuestas. El 2×1 a los genocidas, el caso Blaquier, asegurar impunidad al terrorismo de Estado, la convalidación a leyes neoliberales y planes para empobrecer al pueblo argentino, son los principales ítems de la petición de renuncia a los miembros del máximo tribunal judicial. Fue este un «que se vayan todos» a nivel justicia.
«Esta Corte viene convalidando sistemáticamente las políticas neoliberales y desmantelamiento de derechos humanos fundamentales, y lo hace en plena articulación con los intereses del neoliberalismo global a los que solo les interesa violar nuestra soberanía», sostiene uno de los párrafos más feroces. Un mensaje preciso de la relación entre el partido pro y el Poder de la Justicia. A su vez se denunció que la Corte «está inscripta en una Operación Continental de utilización del Poder Judicial para los fines de dominación colonial que ni se ha preocupado en ocultar».
A pesar de que miembros del Poder Ejecutivo Nacional apoyaron públicamente la manifestación, la portavoz de la Presidencia Argentina, Gabriela Cerruti, había sostenido: “El Gobierno no toma postura sobre la marcha del primero de Febrero, pero cree, en relación al sistema de justicia, que es necesario una reforma integral para mejorar la justicia argentina”.
Con la gestapo antisindical en la mira y las causas “adornadas”, el comunicado hace hincapié: «Persigue y hostiga a sus trabajadores y trabajadoras y a sus representantes gremiales armándoles causas, planificando los juicios laborales para que demoren años emulando a las pretensiones patronales de los sectores neoliberales».
En tanto, el Presidente de la Nación, en declaraciones televisivas la noche anterior, afirmó: “La marcha de mañana es una marcha ciudadana. Hay que entender que, en una República, cada Poder se expresa por un instrumento. El Poder Ejecutivo en decretos, el Poder Legislativo en leyes y el Poder Judicial en sentencias. Todos estos son actos de Gobierno y, como tales, son públicos. Y, como son públicos, son susceptibles de ser cuestionados. Nadie tiene que molestarse porque un número ‘x’ de ciudadanos vaya y reclame a la Justicia que los actos de Gobierno no se están adecuando a la Justicia. Nadie tiene que molestarse con eso. Es más, tendrían que prestar atención y corregir lo que hay que corregir”.
Paralelamente ratifica que «la Corte conoció perfectamente y permitió la sistemática persecución que diseñaron los servicios de inteligencia y el gobierno macrista para perseguir trabajadores». Para finalizar pone como norte objetivos y pedidos a largo plazo: «Una Corte subordinada al control soberano del pueblo. Que este #1F no se agote mañana». Y concluye: «Llamamos a este extraordinario colectivo a declararse en estado de alerta y movilización permanente, para sostener en la calle este reclamo por el que hoy nos hemos autoconvocado».