La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) denunció una serie de irregularidades en los comedores escolares porteños y pidió que las medidas se ajusten al protocolo vigente.
Denuncian una sobrecarga de la labor docente, ausencia de personal para garantizar la higiene y los problemas de siempre, tales como el mobiliario en mal estado y baja calidad en los alimentos ofrecidos.
El regreso a la presencialidad en su totalidad dentro de los establecimientos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, determinó la reapertura de los comedores en los establecimientos educativos de jornada completa. Más allá de los cuestionamientos por los riesgos de propagación del virus que implica esa instancia, la Unión de Trabajadores de la Educación denunció una serie de inconvenientes en torno a estos espacios.
“La presencialidad plena que propuso el gobierno de Larreta y Acuña sumó la apertura de los comedores escolares en las escuelas de jornada extendida y completa de los distintos niveles. Los protocolos implementados para la apertura de los mismos implica por un lado que les docentes tengan que cumplir hora de comedor, un tiempo extra que no es remunerado por parte de la gestión como hora de trabajo”, lamentó la organización sindical. Y alertó que “tampoco contrataron más personal para asistir e higienizar”.
De esta forma, los inconvenientes específicos de la emergencia sanitaria se adicionaron a los que ya “se acarrean desde antes: falta de mobiliario o mobiliario en estado deplorable y problemas en la cantidad y calidad de la comida”. Frente a esta situación, la UTE reclamó la “contratación de asistentes de comedores y camarerxs para la atención en los comedores escolares, el pago de la hora de comedor para lxs docentes que acompañan la tarea, mobiliario suficiente y en buen estado además de mayor calidad en los alimentos”.
Delegados gremiales de la organización sindical ya venían advirtiendo sobre las falencias protocolares en torno a los comedores. En tal sentido, que el personal de la cocina sea considerado una burbuja en sí mismo. Situación que no se condice con una dinámica que tiene que ver con concurrir hacia las mesas, atender a alumnos y alumnas, circular en vínculo estrecho con estudiantes y docentes.