El magistrado reflexionó en el «Segundo Encuentro del Conversatorio: Proceso Judicial y Sistemas Informáticos» las nuevas posibilidades que generó la virtualidad en la Justicia desde el comienzo de la pandemia, entre las que se encuentra la realización de «audiencias y pericias online y de inspecciones oculares con una Tablet». A su vez, indicó cuestiones a mejorar, como «tener un control mucho más fehaciente y palpable de las presentaciones electrónicas que ingresan y el estado en el que se encuentran».
En la realización remota del Segundo Encuentro del Conversatorio: Proceso Judicial y Sistemas Informáticos, impulsado por la jueza de la Sala I en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo, Fabiana Schafrik, la magistrada Lidia Lago -titular del juzgado número siete del mismo fuero- y el Centro de Formación Judicial. Entre los exponentes invitados estuvo el juez Martín Furchi, a cargo del juzgado número dieciséis, quien se preguntó sobre «de qué manera las innovaciones y herramientas tecnológicas nuevas condicionaron y favorecieron a la tutela judicial efectiva».
Schafrik agradeció la concurrencia del juez Furchi además del expositor Patricio Urresti -fiscal del fuero Contencioso- y de los conductores Federico González y Milagros Flores; paralelamente al apoyo del Centro de Formación Judicial y el Consejo Académico.
“La idea de este conversatorio es empezar a reflexionar o compartir las reflexiones sobre la incidencia de los cambios tecnológicos en nuestra labor diaria, de la mano de funcionarios y magistrados del fuero. La pandemia aceleró este camino, porque ya íbamos andando hacia el expediente electrónico pero la pandemia aceleró los tiempos de esta modificación”, dijo.
El magistrado a cargo del juzgado número dieciséis soslayo que «la tutela judicial efectiva implica el acceso a la jurisdicción sin obstáculos formales, en un plazo breve o razonable; además de que se pueda argumentar y ofrecer prueba, y que en ese plazo el juez dicte una sentencia fundada en derecho, y que esa sentencia se pueda ejecutar». «Y en mi entender, estas innovaciones tecnológicas engrosaron este principio».
Furchi hizo hincapié en la Resolución dos del corriente año del Consejo de la Magistratura: «Esto que parece una cuestión meramente de que todo el mundo pueda ingresar por la computadora, a mí me llamó más la atención en cuanto a lo que son las barreras de distancia, porque un obstáculo al acceso a la jurisdicción puede no ser simplemente un plazo sino también la distancia física, y para persona que litigaba en la Ciudad de Buenos Aires pero que no vivía cerca del juzgado eso le presentaba un obstáculo».
«Estas modificaciones al Código y estas resoluciones que fueron coadyuvando a que todas las presentaciones sean electrónicas han engrosado el acceso a la jurisdicción sin obstáculos formales, y esto también sirve a los fines de la igualdad real de oportunidades».
«La implementación de estas herramientas tecnológicas ha favorecido a que los procesos tengan un plazo razonable o breve porque las notificaciones electrónicas, los traslados vía mail, los oficios que llegan al mail del tribunal o por EJE y las presentaciones online hacen que se acorten las comunicaciones. Y opinó sobre su experiencia personal: «Me pasa en el juzgado que un traslado que sale hoy a las 2 de la tarde en muchas ocasiones a las dos horas está contestada por las partes, porque justamente toda esta cuestión hace a la inmediatez y a la rapidez del trámite».
Destacó que «Pueden ser llamadas para los pocos días porque no es necesario que las partes se preparen para hacer un viaje hasta el juzgado, no hace falta que una persona falte a su trabajo si tiene que ser citado como testigo, las citaciones son más rápidas y la inmediatez se cumple igual porque todos aparecen en la pantalla».
A pesar de esto, sostuvo: «debe haber alguna alternativa informática para que los datos de las personas que integran o participan de la audiencia no aparezcan a todo el mudo, no sean visibles; así como el tema de la transcripción para personas con discapacidad, que no pueden ver lo que pasa vía pantalla». «Son cuestiones que hay que trabajarlas, hay que buscar alternativas desde la cuestión informática y siempre pensando en las normas sociales que protegen».
«Esta implementación desde lo tecnológico, de que nos podamos ver al mismo tiempo todos los que estamos en la audiencia, desde el lugar donde cada uno tiene acceso a una computadora, y a la vez subir a la pantalla la documentación necesaria y el material jurídico relevante sobre el cual se está discutiendo, favorece la cuestión relativa a argumentar y ofrecer prueba, los plazos breves, y no concurrir a la sede del tribunal para participar de las audiencias», ahondó.
Remarcó que «todas estas nuevas características del proceso favorecen la integración, la Litis de todos aquellos que quieran decir algo y saber que está pasando en procesos colectivos, y hay un mayor control de los actos del juzgado, que no es más ni menos que la publicidad de los actos de gobierno». «Nosotros tenemos que rendir cuentas de lo que está pasando y en el sistema que tenemos, donde en cada actuación figura el minuto y segundo que firmamos cada tema y aparecen audiencias video filmadas, hay un control y una publicidad clara de los actos del juzgado, con la salvedad de las cuestiones sensibles que deben ser resguardadas».
Para concluir manifestó que el «acotamiento de la brecha social que puede haber entre aquellos colectivos que por distintas razones no pueden acceder o no tienen forma de saber que está pasando en la causa»: «Ahora podemos anoticiar a la gente por muchos nuevos mecanismos informáticos».