A pesar del gran déficit habitacional, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el nueve coma dos por ciento de las viviendas se encuentran desocupadas.
Los datos surgen de un informe sobre Hábitat en Crisis que propició la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el que sostiene que los barrios con más viviendas desocupadas son Puerto Madero, Retiro, Recoleta y Palermo. O sea, mayor ociosidad donde mayor es el precio del metro cuadrado.
Todo se traduce a “casas sin gente y gente sin casas, así de simple”, afirmaron. A pesar del gran déficit habitacional y la dificultad para conseguir una vivienda, la situación continua siendo uno de los principales problemas sociales en territorio capitalino, de modo que, un 9.2 de los inmuebles para uso residencial en el distrito se encuentra desocupado.
La información se desprende de un relevamiento que data de 2019. En tanto, conforme al último censo (hecho en 2010), el déficit habitacional era del 11,6%.
El porcentaje de viviendas ociosas en territorio porteño se encuentra cercano a duplicar el promedio de otras ciudades latinoamericanas, que rondan alrededor del 5%. «Suelen justificarse estos números por situaciones muy particulares de vivienda que no posibilitan ponerlas en alquiler, como por ejemplo una sucesión, pero hay demasiadas señales de que el único fin es especulativo», expresó a la prensa local Felipe Mesel, abogado del programa Derecho a la Ciudad de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), que fue la encargada de difundir el informe sobre el nueve coma dos por ciento de casas vacías.
La información sobre Hábitat en Crisis que efectuó la ACIJ pone en evidencia que los barrios con más viviendas vacías son Puerto Madero, Retiro, Recoleta y Palermo. O sea, mayor ociosidad donde mayor es el precio del metro cuadrado.
«Nuestra intuición es que es un mercado donde la oferta está más concentrada de lo que se supone: la restricción de la oferta como la que se atraviesa hoy de viviendas en alquiler solo puede explicarse en personas que cuentan con la espalda suficiente para afrontar los costos que supone tener un departamento vacío”, alertó el letrado.