“Es una sociedad sin fines de lucro que comenzó hace ya más de veinte años de funcionamiento en la Argentina y que fundamentalmente se dedica al estudio, difusión y formación de hepatólogos en la Argentina, es la única entidad que puede certificar el título de especialista en hepatología, que somos los médicos que nos dedicamos al estudio de las enfermedades del hígado”, contó el Dr. Omar GALDAME, presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH), con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Hay varias hepatitis, la nota está referida al día mundial de las hepatitis virales que es el 28 de Julio, básicamente son hepatitis producidas por virus, los más prevalentes en la Argentina son el virus de la hepatitis A, el B y el C. La hepatitis A es una enfermedad generalmente en los niños, aunque ahora hay un cambio epidemiológico en la Argentina y se está dando también en adultos. La noticia buena que tiene la hepatitis A es que tiene una vacuna que puede prevenir, no tiene un tratamiento especifico y hay que evitar las formas graves que pueden ser las que pueden dar problemas en el caso de hepatitis A. La hepatitis B es diferente, hay mayor forma de contagios, en los adolescentes y adultos jóvenes probablemente, su principal vía de transmisión es la vía sexual y generalmente se cura en el noventa y cinco por ciento de los casos espontáneamente, y hay un cinco por ciento que puede ir a una hepatitis crónica que se llama, que el virus persiste en el organismo y puede enfermar el hígado progresivamente y llevarlo a enfermedades graves como cirrosis y otras complicaciones en relación al hígado. Esta problemática no tendría que estar ocurriendo hoy en la Argentina, además estamos viendo muchos casos, porque hay también una vacuna especifica, muy efectiva, disponible, se encuentra ya en el calendario de vacunación reconocido por el ministerio de salud, pero quizás las personas que no están vacunadas los médicos tendrían que chequear si han tenido o no la hepatitis y eventualmente indicar la vacuna, prevendría el problema de la hepatitis B hoy en Argentina. La hepatitis C es generalmente asintomática que la gran mayoría de las veces persiste en el tiempo por años, después de la infección y puede dar también, cirrosis y otras complicaciones en el hígado, desarrollo de tumores, necesidad de trasplantes, el beneficio que tiene hoy la hepatitis C y que tiene hoy un tratamiento especifico que la cura. Para resumir, lo que más habría que hacer en hepatitis virales nosotros tenemos mucho para ofrecer, ya sea vacunas, curaciones o control de las infecciones en el caso de la hepatitis C y B”, planteó el especialista en enfermedades del hígado, en diálogo con Roberto VILLALOBOS ATLAS y Cintia NEVES.
“Los médicos clínicos, los médicos de atención primaria, los médicos que hacen chequeos periódicos a los pacientes deberían indicarle la vacunación, primero chequear si tuvieron alguna vez alguna hepatitis ya sea A B o C que es un análisis muy simple, no son caros y se pueden realizar en cualquier momento en la vida de una persona para poder chequear si tuvo o no hepatitis. En el caso de la hepatitis B son las tres dosis, eso es así, en el esquema de esa vacuna, es muy buena, es muy segura, porque es una vacuna genética, es decir que no es virus atenuado, hay mucha gente que no se quiere vacunar porque dice que tiene miedo de contagiarse, esta vacuna es creada por biología molecular, una copia de una partícula del virus, forma buenos anticuerpos y no necesariamente estuvo expuesta al virus atenuado como son algunas vacunas. El esquema hay que cumplir bien las tres dosis”, explicó el profesional en la producción radial declarada de interés para la Comunicación Social de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura Porteña.
En relación a los síntomas, soslayó: “Es una enfermedad asintomática, las hepatitis virales crónicas que van a dar problemas a largo plazo, entonces los médicos de atención primaria, médicos clínicos, médicos de familia, son los que tienen que solicitar el test en algún momento, como hacen el chequeo del colesterol, de alguno de los estudios que hacen de rutina por año, pedirle alguna vez la detección de las hepatitis y ahí con eso nosotros ganamos mucho tiempo porque no encontramos casos avanzados”.
“Uno de los síntomas que da es cansancio, es decir, personas que están muy cansadas, tienen lo que nosotros denominamos astenia, decaimiento, hasta algunas manifestaciones psicológicas, o un poco de depresión, a veces, pueden estar cursando una hepatitis asintomática, entonces es ahí donde los médicos tienen que sospechar esto, ese es el punto”, informó GALDAMEZ en el aire de www.radioorion.com.ar, en dúplex con AM 690 y más de 27 retransmisoras asociadas a la Red Orión en siete países.
“La hepatitis B, desde el momento del contagio hasta que dan síntomas pasan ocho años aproximadamente, en la hepatitis C, pasan aproximadamente unos veinte años, desde que el paciente se contagio hasta que tiene una enfermedad grave en el hígado, por eso hay tiempo para encontrarla, pero hay que estar en alerta, principalmente lo que hay que tener es el alerta. El paciente puede estar asintomático y tener una hepatitis. Y además, algunos pacientes tienen alteraciones leves en lo que se denomina hepatograma que uno detecta para saber si algo pasa en el hígado, entonces, en ese momento hay que darle importancia a esto y lo primero que hay que estudiar son las hepatitis virales”, finalizó.
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