Desde la fuerza “Frente de Todos” sostuvieron «es imposible que apoyemos este proyecto de emergencia”. En tanto, el larretismo manifestó intenciones de modificar algunos puntos claves de la propuesta si se logra el consenso.
La comisión de Presupuesto del parlamento porteño trató el proyecto de ley del Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta a los efectos de lograr un “plan de emergencia económica y financiera”. El proyecto consisten en declarar esa emergencia hasta el 31 de diciembre del 2020 y que lo faculte a propiciar modificaciones en las partidas de presupuesto con el objeto de “lograr mejores resultados en la inversión de los recursos y a fin de resguardar el funcionamiento y la calidad de los servicios públicos”.
De esta forma, el poder legislativo, judicial, como así también la Defensoría del Pueblo “podrán modificar la distribución funcional, económica y por objeto del gasto, en tanto que el monto total anual de dichas modificaciones por cada categoría enunciada no supere el 5% del total del presupuesto asignado a cada Órgano”.
Frente al avance de la iniciativa de ley, la oposición hizo oír su descontento. El bloque principal de la oposición, conformado por diputados de la Ciudad del Frente de Todos manifestaron que la iniciativa «no establece medidas concretas» para amparar a los sectores más humildes afectados por el descenso de la actividad económica. «El proyecto no establece medidas concretas para atender las necesidades de los distintos sectores económicos de la sociedad que están siendo afectados por la caída de la actividad», explicaron en un comunicado de prensa.
«Entendemos la necesidad de reordenar partidas presupuestarias para atender la pandemia, pero debe hacerse bajo una exhaustiva política de control», expresaron. Esta advertencia se origina a que dentro del proyecto de Rodríguez Larreta no se mencionó «el deber de notificar las reestructuraciones presupuestarias a la Comisión de Presupuesto de Legislatura», añadieron.
Por otra parte, los diputados de la Ciudad del bloque de la izquierda, los que ya habían manifestado su descontento con la iniciativa, sostuvieron su postura negativa hacia el proyecto del alcalde porteño. “Cuando el hacinamiento es uno de los problemas para la propagación del COVID19, Larreta quiere bajar el presupuesto al Instituto de Vivienda. Dicen que el presupuesto que proviene del juego aumentó en 2017 cuando fue transferido a CABA. Nosotros proponemos gravar más el juego”, declaró Myriam Bregman.
Los radicales de la Ciudad de Buenos Aires pidieron ciertas modificaciones como condición para poder acompañar la iniciativa y desde el propio oficialismo dentro del parlamento de la CABA no se negaron a modificar algunos articulados de la medida. El proyecto que podría votarse en la próxima sesión del día jueves en el marco de una sesión especial necesita de dos tercios de los presentes, un número de bancas que el oficialismo amarillo no reúne por sus propios medios, aunque sí posee los votos que se requieren para aprobar la ley.
Las alteraciones que intenta introducir el radicalismo porteño son que la declaración de emergencia sea únicamente por tres meses, y no hasta fin de año como pretende el Jefe de Gobierno de la Ciudad. También, dijeron que en relación a la pretensión de pagar los sueldos en cuotas, se lleve a cabo dentro del mes en curso y no perjudique a los que menos tienen.
“Entendemos que se trata de poner al Estado a concentrar esfuerzos en la atención de una emergencia de tipo múltiple y estamos estudiando el texto de la ley ya que toda concentración en algunos aspectos, supondrá abandono de otros. Allí tenemos que tener un enorme cuidado”, aseguró el diputado porteño Marcelo Guouman del bloque UCR-Evolución de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.