La apertura de las novísimas tres estaciones serán las últimas en un largo periodo de tiempo. A pesar del congestionamiento del servicio, no existen a la fecha licitaciones vigentes que prevean la prolongación de la red de subterráneos.
Se tuvo que aguardar más de dos décadas desde la última licitación respecto a las 3 estaciones pertenecientes a la Línea E de subterráneos. Este lunes se inaugurarán oficialmente después de varios años, con una impronta conmovedora. Esta medida representa una extensión de hasta dos kilómetros en la red de subterráneos de Buenos Aires. Por otra parte, no existen proyectos de expansión en los años venideros.
A las 15 estaciones ya existentes, se adicionarán tres nuevas. Hasta ahora, tendrán los siguientes denominaciones: Correo Central (estará ubicada en la intersección de las avenidas Leandro N. Alem y Corrientes), Catalinas (en Avenida Alem y Avenida Córdoba) y Retiro (en Avenida del Libertador entre las calles Juncal y Esmeralda). Estas denominaciones sufrirán modificaciones durante los próximos días: existen proyectos para que las nuevas estaciones contengan nombres de mujeres argentinas para homenajearlas.
Con la prolongación del ramal en dirección al norte, se estima que 63.000 nuevos ciudadanos se adicionarán a los 90.000 que se mueven a menudo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La jornada de inauguración de las recientes tres estaciones, que tendrá lugar este lunes, será un tradicional evento que no se observa en la Ciudad durante los últimos tiempos. A pesar del contenido de la ley, el que refiere como tienen que ser los venideros trayectos que deberán efectivizarse, hasta el momento sólo existen investigaciones técnicas y búsquedas de financiación. En tanto, no existen licitaciones en curso que pretendan extender la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires.
La línea F sigue a la espera con un recorrido de aproximadamente 8 kilómetros, la que se estima que tendrá una cabecera en Plaza Italia y posteriormente pasaría por debajo de las avenidas Las Heras, Callao, Entre Ríos y Garay, hasta desembocar en Constitución. La obra conlleva ciertos inconvenientes técnicos y conlleva una importante inversión, que asciende a más de 2.000 millones de dólares. Personal de Subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, la firma estatal porteña a cargo de la red, refirieron a la prensa que el proyecto consiste en que este año se logre la licitación y la realización del proyecto técnico, y que una vez concluido ese estudio, recién ahí se podría avanzar en la búsqueda de la financiación, con un panorama complicado.
Otra de las obras que continúan a la espera, es extensión de la línea H hacia el sur, con una moderna cabecera en la avenida Sáenz, en pleno centro de trasbordo del barrio porteño de Pompeya. Esa obra se fue atrasando debido a la excavación, cercana al Riachuelo, la que estima una complejidad técnica de alta demanda. Prontamente, desde SBASE aseguran que «el proyecto sigue en pie y se le está buscando financiamiento». La prolongación de la línea H en su otra cabecera también consistiría en un avance, pero tampoco tiene fecha hasta el momento.