Existen turnos para poder respirar mejor, hay botellas para ser utilizadas como baños y sólo se puede pasar la noche en camas de cartón. De esa forma se encuentran los presos en las comisarías de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, la capacidad es para 543 personas pero se encuentran detenidas actualmente 1.155. Son sitios para estar 48 horas pero hay alojados que ya llevan un año. En tanto, el Sistema de Control de Cárceles inspeccionó tres de estos sitios y elevó un informe. Las razones del hacinamiento y la explicación del gobierno de la Ciudad
Por otra parte, la celda es para una persona pero conviven cuatro. No posee ventilación, ni luz natural. Hay disponible un solo colchón y los presos se turnan para dormir allí. Además se encuentran allí las 24 horas del día. Así, las condiciones son tan inhumanas que se turnan para estar sobre la reja del calabozo para poder respirar. Esto sucede en la comisaría 7A del barrio de Flores y la descripción es parte de un informe que confeccionó el Sistema Interinstitucional de Control Judicial de Cárceles.
Este informe da cuenta de inspecciones que se llevaron a cabo la semana pasada en dos comisarías, una del barrio de Constitución y otra de Flores, y en la Alcaidía Comunal N.º 9 Bis, en Parque Avellaneda.
Asimismo, en el gobierno de la Ciudad reconocen la situación. En tanto, señalaron que, entre comisarías y alcaidías, tienen capacidad para alojar a 543 personas pero hoy día hay el doble: 1.155. Indican que sus lugares de detención son para 48 horas y que luego la persona debe ser enviada a una cárcel del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que depende del gobierno de la Nación. En tanto, desde la pandemia del coronavirus, el SPF recibe presos solo cuando se abren cupos por lo que disminuyó en forma considerable la recepción de detenidos que deben ser alojados en comisarías de la Ciudad que no poseen la infraestructura necesaria para hacerlo ni tampoco el personal capacitado.
Por otro lado, el Sistema reconoce esta problemática de alojamiento y lleva un conflicto con el SPF, aunque entiende que la situación de excepcionalidad por la pandemia ya culminó. “Todos tienen parte de razón, porque en Argentina no hay capacidad de alojamiento para todas las personas detenidas. Pero siempre el más perjudicado es el detenido”, comentó una de las personas que trabaja a diario con la situación de los presos.
Asimismo, las inspecciones se efectuaron en una de las semanas de mayor calor en la Ciudad de Buenos Aires con temperaturas que alcanzaron los 41 grados de sensación térmica, lo que agrava las ya existentes condiciones de detención.
La primer comisaría que se visitó fue la 1C de Constitución, en la calle San José al 1200. Ahí hay cinco celdas individuales, una se encuentra deshabilitada porque es un baño, y seis colectivas. En tanto, la capacidad es para 21 personas pero había 34. El Sistema indicó que en realidad debería haber 13 detenidos porque esa es la cantidad de bancos para colchones donde se puede dormir.