En el marco de la emergencia sanitaria, el sindicato docente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ademys votó un paro de setenta y dos horas y el no comienzo de clases presenciales para el próximo miércoles 17 de febrero.
El gremio docente ya venía alertando que podrían tomas decisiones frente a la falta de respuestas a innumerables reclamos en materia de salud en plena pandemia de covid-19, que se adicionan a inconvenientes de larga trayectoria vinculados a reclamos salariales y de infraestructura.
“Sin condiciones sanitarias ni de infraestructura ni salariales, no hay inicio de clases presenciales”. Con este lema, desde el gremio docente de la Ciudad Ademys anunció que la asamblea votó un paro de 72 horas y el no comienzo de clases presenciales en las aulas porteñas el próximo miércoles tal como establece el ejecutivo de la Ciudad.
La medida de fuerza se llevará a cabo los días 17, 18 y 19 de febrero, cuando se convocará a una nueva asamblea a los efectos de decidir cuáles serán los pasos a seguir. Con el ochenta y dos por ciento de los votos, la asamblea optó por el paro de setenta y dos horas en lugar de uno de cuarenta y ocho.
El gremio docente ya venía alertando que podrían tomas decisiones frente a la falta de respuestas a innumerables reclamos en materia de salud en plena pandemia de covid-19, que se adicionan a inconvenientes de larga trayectoria vinculados a reclamos salariales y de infraestructura.
Las clases presenciales continúan siendo cuestionadas, mientras tanto, continúan los reclamos en diversos colectivos de la comunidad educativa frente a la imposición de retornar a las aulas el próximo miércoles 17 de febrero.
“En las últimas horas, varias familias han sido anoticiadas de que, por indicación del protocolo, el acceso de estas a los edificios escolares no está permitido. Algunos directivos han llegado a amenazar con iniciar acciones coercitivas contra las familias que, en pleno derecho de cuidado de sus hijos en medio de una pandemia, decidan no enviarlos a la escuela hasta que estén dadas las condiciones. Todo ello constituye un brutal avasallamiento de los derechos de familias e infancias”, sostuvieron desde la agrupación Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas.
Luego de la confirmación de por lo menos una decena de maestros infectados, desde esa entidad reiteraron su reclamo de que se postergue el regreso a la presencialidad, entre otras decisiones. Paralelamente, convocaron a una manifestación, con barbijo, distancia física y sin niños, para el próximo viernes al mediodía en el Palacio Pizzurno.